Partiendo de la premisa de que el Tarot es, principalmente, una vía de autoconocimiento, y que mi principal objetivo en una lectura es que tomes mayor consciencia de ti mismo/a, de tus recursos y de los procesos vitales que experimentas, en general o en relación a un tema concreto, en el momento en que vienes a consulta, es habitual que la persona que se acerca al Tarot quiera tener cuanto menos una idea de cómo se pueden desarrollar los acontecimientos respecto al tema que consulta.
En este sentido la respuesta es: relativamente sí, es factible llegar a predecir el futuro con el Tarot.
No obstante, la labor del tarotista, respecto al futuro, no es dar respuestas categóricas, que por lo demás podrían resultar erradas, pues no somos infalibles y podemos equivocarnos, sino comunicar al consultante las tendencias energéticas que el Tarot señala en función de cómo este está desarrollando su experiencia vital, de cómo piensa, de como siente, de cómo actúa y desde qué estado vibratorio o nivel de consciencia experimenta la existencia.
Es decir, que esas tendencias energéticas pueden variar de acuerdo a si la persona persiste en los patrones de pensamiento, emoción, acción y nivel de vibración que tiene al momento de venir a consulta o asume la responsabilidad de cambiar estos para cocrear una realidad diferente y, con ello, un futuro distinto.
Por ello, partiendo de la base de que hay muchas líneas posibles de destino, el Tarot nos mostrará en la lectura aquella hacia la que te estés encaminando de acuerdo a cómo estés vibrando en el momento vital en el que vienes a consultarte.
Es por esta razón que, más allá de los conocimientos, intuición, habilidades y experiencia del/la tarotista para interpretar una lectura, es posible que, en lo que respecta al futuro, no siempre acertemos, como es posible que otras veces sí. Y es que el futuro lo estamos escribiendo cada día con nuestro, pensar, nuestro sentir, nuestro accionar y nuestra energía.
Recuerda siempre que una predicción es eso, una predicción, que se puede cumplir o no, mas no una sentencia inamovible.
En definitiva, tú eres el arquitecto y cocreador de tu destino, dentro del marco de las leyes universales que rigen esta existencia, como la ley del karma (acción y reacción), el principio de correspondencia ("Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba"), la ley de vibración ("Todo se mueve, todo vibra..."), etc., que es importante que conozcas y comprendas para transitar esta existencia de forma más sabia y consciente.