Luna Llena en Libra 2024 y Eclipse Lunar

Tendrá lugar el 25 de marzo de 2024 en el grado 5 de Libra

Libra, el signo representado por la balanza, puede ser un escenario de encuentro, de conexión de conciliación, como también de conflicto, de enfrentamiento.

A nivel energético está vinculado al cuarto rayo, armonía a través del conflicto. 

Este signo confronta la dualidad, la pone frente a frente y, ante esta situación, se abren dos opciones.

La primera, consiste en encontrar en el otro aquella energía que, aunque también está en mí, yo no soy capaz de reconocer hasta que aquel me la muestra como un espejo, y viceversa, que este encuentre en mí una energía que, aunque contiene de alguna manera, no es capaz de reconocer, generando un espacio de encuentro, de reconocimiento mutuo y complementación que permita conciliar, equilibrar y armonizar ambas energías, a través de la conexión, la comunicación y la honesta apreciación del otro y de sí mismo, estableciendo una dinámica enriquecedora de aprendizaje y crecimiento mutuo.

La otra opción que aparece es ver en el otro un oponente, un rival, alguien que de alguna manera representa una amenaza para mi ego, para mis propósitos, un enemigo que busca o, al menos yo lo percibo así, destruirme o desbancarme, alguien que me desafía y/o a quien desafío, porque no soy capaz de reconocerlo, ergo, de reconocerme en él, y esto me conflictúa, porque no acepto nuestras diferencias, generándome aversión, porque me hace sentir vulnerable y eso me detona en mí una tremenda inseguridad, porque me hace ver mis puntos flacos, mis defectos y carencias, lo cual me hace sentir imperfecto o inferior, porque lo juzgo, me juzga o nos juzgamos mutuamente o porque simplemente no conseguimos comprendernos y conciliar nuestros puntos de vista.

Ante este escenario sólo quedan tres posibilidades, el conflicto, la conciliación a través del diálogo y la búsqueda de puntos de encuentro, o bien, guardar una sana distancia, respetando al otro y a sí mismo, aceptando que que sus mutuas diferencias son irreconciliables y que lo mejor es que cada cual siga su camino. Y es que la paz no siempre pasa por la comprensión del otro pero sí por el respeto y la aceptación de que tenemos puntos de vista diferentes y que no tenemos derecho a imponer al otro nuestra visión, como el otro tampoco tiene derecho a imponernos la suya.

Ni que decir cuando nos vemos confrontados a alguien que representa una amenaza real a nuestra integridad física o psicológica, a ese tipo de personalidades altamente tóxicas, como puede ser un psicópata, un narcisista, un depredador sexual, o a alguien que por su alto grado de inestabilidad mental puede representar un peligro, en estos casos extremos, es una obviedad que hay que guardar distancia pues sería un gran riesgo exponerse a estos.

Y es que no siempre el espejo nos devuelve nuestra imagen, a veces también se dibujan en el fantasmagorías transpersonales, vinculadas al bagaje kármico, a la manifestación de los miedos o traumas arraigados en el inconsciente personal, a asuntos relacionados con el inconsciente colectivo, a temas transgeneracionales sin resolver de nuestro linaje, etc.

Que personas y situaciones dañinas aparezcan en nuestra vida, por muy kármicas, reveladoras o transformadoras que pudieran resultar, no quiere decir que tengamos que exponernos a su influencia rotundamente perjudicial. Aquí el aprendizaje es reafirmarnos en nosotros mismos, practicar el amor propio y el autocuidado, guardando distancia de aquello que es categóricamente nocivo para nuestra integridad y, en todo caso, explorar si hay alguna parte de nosotros que se vea removida ante esa persona o hecho, si nos resuena con alguna herida, trauma o tema no resuelto del pasado para hacer el trabajo interno que corresponda. 

Este signo tiene que ver pues, entre otras cosas, con la sociabilización, con todo lo que ella representa, los acercamientos, el entendimiento y la cooperación, pero también, en ocasiones, los momentos de desencuentro que en el mejor de los casos pueden ser resueltos a través del diálogo y la conciliación y en el peor conducirán al conflicto. 

Libra es también, por consiguiente, el signo de la atracción y las relaciones, especialmente de pareja y de asociación, como también el signo de los debates y la diplomacia, de las relaciones públicas y de la justicia, aquella que intenta reconciliar los opuestos o que se posiciona a favor de uno o del otro, decidiendo según unos preceptos establecidos quien tiene razón en un conflicto y/o quien ha obrado correctamente o no.

Este signo es de naturaleza enjuiciadora, justiciera y diplomática, y puede ser pacifista o conflictivo, según el grado de consciencia en que su energía sea experimentada.

En ese búsqueda de armonía, Libra también de erige como el signo de la belleza ideal, de los cánones estéticos, del estilismo y de las bellas artes, un signo que rebosa elegancia y delicadeza y que sabe poner ese toque especial de distinción.

Cuando la Luna llena tiene lugar en este territorio sentimos la necesidad de armonizar nuestra vida y de encontrar la paz en nuestro interior, y ello sucede a través de una toma de consciencia acerca de los conflictos que nos habitan, del ruido externo e interno que nos indica, a través del la percepción, el sentir o la intuición, que algo no anda bien, y de los desequilibrios que observamos en nuestra cotidianidad.

Toca entonces poner aquello que no está funcionando adecuadamente en un balanza y hacer una introspección clarificadora que nos permita dilucidar que sobra y/o que falta para poder entonces encontrar esa armonía y esa paz interior que estamos precisando.

Es un tiempo en el que, si prestamos atención a nuestras emociones, instintos y a lo que nuestro inconsciente pueda revelarnos a través de los sueños, la intuición, el trabajo terapéutico o cualquier herramienta oracular como pueden ser las runas, el tarot o una canalización, podremos obtener información muy reveladora acerca de aquello que tenemos que ajustar para mejorar en algún ámbito concreto de nuestra vida, determinado por la casa de nuestra carta natal en que la Luna llena tenga lugar. 

Por otra parte, es un momento en el que se nos invita a reconocer la belleza que subyace en nuestro mundo interior y la manera en que esta se refleja afuera, esto puede expresarse a través de un hermoso y apreciativo trabajo introspectivo en el que seamos capaces de apreciar la paz, el amor, la dulzura y la armonía que, más allá de nuestras carencias, reside dentro de nosotros, como una naturaleza intrínseca del alma, muchas veces velada por el ego, los miedos y los condicionamientos, esperando ser descubierta y experimentada, así como también a través de la exploración artística en nuestra cotidianidad, ya sea a través de alguna forma de expresión creativa a la que nos aboquemos, de la visita a alguna galería, museo o espectáculo o de la decoración de nuestra casa o cualquier otro espacio cotidiano importante para nosotros.

Sea como sea, buscaremos la manera de nutrir nuestra alma a través de la belleza, el arte y todo aquello que sea capaz de armonizarnos.

A nivel familiar y afectivo nos encontraremos intentando llegar a puntos de encuentro, puede que nos veamos envueltos en debates sobre algún tema íntimo o familiar y nos hallemos procurando la conciliación, intentando restaurar la armonía de la familia, del hogar o de algún vínculo afectivo.

Es posible también que salga a la palestra algún tema legal vinculado a la familia o a la casa que sea preciso atender.

En otro orden de ideas, las relaciones de pareja y de asociación, así como la sociabilización en general cobrarán mayor relevancia durante esta luna llena y a lo largo de este ciclo lunar, cosa que se verá intensificada por el eclipse lunar en torno al Nodo Sur que atestiguaremos durante este plenilunio, el cual representará un punto de inflexión respecto a cómo gestionamos nuestras relaciones y a la manera en que socializamos en el que las emociones se verán profundamente movilizadas, visibilizando aspectos no reconocidos o reprimidos que precisaban ser tenidos en cuenta para poder hacer una depuración de todo aquello que ya no funciona en el vínculo o en la manera en que nos vinculamos, soltando ese lastre de emociones caducas que no nos permiten avanzar para poder vincularnos desde un lugar más sano.

Venus, dispositora de la luna llena librana y, por tanto, también de las energías de este eclipse lunar, se encontrará en conjunción a Saturno en el soñador y romántico signo de Piscis, lo que puede que nos lleve a reprimir alguna fantasía amorosa, que nos encontremos atrapados en alguna especie de amor imposible o platónico que debido miedos o condicionamientos no nos atrevamos o nos sintamos impedidos de experimentar.

Esta conjunción puede producir situaciones de rechazo, de contacto cero cero o, por el contrario, diluir los límites autoimpuestos para dar rienda suelta a amores complicados o prohibidos.

De igual manera pueden surgir situaciones confusas o malos entendidos con la pareja que detonen inseguridades y desconfianza si no ponemos freno a la imaginación fértil que podría jugarnos alguna mala pasada y buscamos aclarar las cosas a través del discernimiento y la lógica.

También es posible que retornen a nuestra vida amores del pasado, lo cual representará para algunos la ilusión de recuperar el tiempo perdido y, para otros, la necesidad de poner límites ante aquello que para nosotros ya es agua pasada o que de alguna manera se antoja confuso o abusivo y que tarde o temprano puede resultar decepcionante.

Puede ser, en algunos casos, una oportunidad para cerrar bien aquella relación que acabó de mala manera y quedar en paz, o bien, para cerrar internamente el proceso de aquel vínculo que en nuestro fuero interno nos resistíamos a soltar, haciendo el correspondiente duelo y pasando página.  

Otra posibilidad que nos ofrece este eclipse lunar en Libra en torno al Nodo Sur es la de soltar relaciones actuales que resultan disfuncionales, problemáticas o insatisfactorias y dar vuelta de hoja para seguir adelante con nuestras vidas.

Puede que enfoquemos nuestros vínculos desde una perspectiva más práctica y realista dejando a un lado los sentimentalismos, con lo que será más fácil liberarnos de dependencias emocionales y desapegarnos si sentimos que no es sano o conveniente para nosotros estar allí.

También tomaremos consciencia de hasta qué punto puede haber emociones profundas o simplemente permanecemos junto al otro por preservar una zona de confort que nos sirve de excusa para autoevadirnos y evitar el desafío que representa el tomar nuevas iniciativas o el afrontar algún ámbito de la vida de forma independiente y auténtica, esto puede deberse, con Marte en Piscis como dispositor del Nodo Norte en Aries, a  inseguridades, miedos o confusión acerca de cómo afrontar esos desafíos o a una sensación anticipada de fracaso por dudar de nosotros mismos y de nuestra capacidad de lucha. Todo es cuestión de encontrar la motivación profunda, la fe, la inspiración y la fortaleza espiritual, que puede proporcionarnos ese Marte pisciano en su vibración más alta, para aventurarnos a ello.

Sea como sea, es muy posible que dejemos atrás alguna relación, o bien, una etapa caduca de la misma y nos encontremos buscando nuestra autonomía e identidad, autoafirmándonos y enfocándonos en aquello que podemos crear por nosotros mismos, en nuestras iniciativas y en el reconocimiento propio, lo cual se expresará a través del área de la vida relacionada con la casa de nuestra carta natal en la que la que estemos experimentando el tránsito del Nodo Norte en el signo de Aries, con el que el Sol estará haciendo conjunción durante este plenilunio, abriendo para nosotros una oportunidad de brillo personal, nuevos desafíos e independencia que nos llevará a luchar por aquello que deseamos, dando rienda suelta a nuestro espíritu guerrero, priorizando aquello que es más importante en nuestras vidas, aquello que nos hace sentir vivos y por lo que vale la pena dar la batalla.

Para ello habremos de lidiar con alguna herida vinculada a nuestra identidad, individualismo, autenticidad, independencia, voluntad, iniciativa, valentía, competitividad, lucha, liderazgo, energía masculina o impulso sexual, ya que Quirón, el sanador herido, se encuentra también en el signo de Aries, haciendo conjunción al Nodo Norte, exponiéndonos a alguna situación en la que, buscando sanar a otros o ser sanados, esa herida se vea tocada o expuesta a la luz para que podamos experimentarla con mayor consciencia y, de esa manera, abrir una puerta a su sanación.

Quirón en Aries puede hablarnos, en esencia, de heridas en las que el impulso hacia la vida y/o nuestra supervivencia estaban comprometidos en mayor o menos medida, como es el caso de la herida relacionada con el momento del nacimiento, de alguna herida de guerra o algún otro tipo de experiencia violenta, personal o transgeneracional, con la que alguna situación o circunstancia actual puede estar resonando, llamando la atención sobre esta para que la exploremos y trabajemos activamente en su sanación, es posible que no consigamos sanarla del todo, que deje en nosotros, cuando menos, alguna cicatriz, no obstante, en el intento de sanarla habremos aprendido mucho sobre ese tipo de herida en particular y adquirido habilidades y/o herramientas que pueden ser de utilidad a otros que tengan una herida similar, contribuyendo de esta manera a su sanación.

Marte en Piscis, como dispositor de Quirón en Aries, abrirá una vía de sanación a través de la inspiración artística, la espiritualidad, la autotrascendencia, la fe, especialmente el nosotros mismos, el perdón y el amor incondicional, así como de acciones profundas, inspiradas, compasivas, desinteresadas y/o trascendentes.

Con Neptuno en conjunción al Sol desde los últimos grados del signo de Piscis, es nuevamente posible que experimentemos cierta confusión ante esa puerta que se abre ante nosotros, que nos sintamos perdidos o vulnerables ante esos nuevos desafíos, o que sintamos que son sueños e ilusiones que pueden esfumarse ante nuestros ojos, pero la fe, la inspiración y el amor incondicional serán nuestro escudo si sentimos en lo más profundo de nosotros mismos que vale la pena luchar por ellos.

Finalmente, este eclipse Lunar nos va a tomar consciencia del papel que juegan la intuición, las necesidades, los instintos y emociones a la hora de tomar decisiones y de lo difícil que puede ser a veces hacer una elección, ofreciéndonos la oportunidad de observar y evaluar las opciones desde una perspectiva más realista, pragmática y con una visión a largo plazo.

Así mismo, será un momento excelente para reconocer de qué forma nuestras necesidades, emociones e instintos reprimidos pueden estar jugando un papel fundamental en esas carencias o excesos que nos desequilibran interiormente y que incluso pueden verse reflejados en hábitos que, de alguna manera, nos descompensan, afectando nuestra salud, economía, estabilidad psicológica, etc., como sucede por ejemplo con las carencias o excesos nutricionales, los desajustes en el sueño, los desbalances entre el descanso y la actividad, entre el ocio y el trabajo, etc.

Es crucial, en este sentido, observar estos aspectos reprimidos con un enfoque realista y pragmático que nos permita, no sólo reconocerlos, sino integrarlos de forma sana y creativa y, sobre todo ecuánime, a la luz de la consciencia, contribuyendo de esta manera a restaurar nuestra armonía interior y a ser más equilibrados en nuestra vida cotidiana.

Deseo pues que podáis reestablecer el equilibrio en vuestras vidas, soltar o reencauzar lo que corresponda y atender activamente a la oportunidad que se abre para tomar alguna iniciativa, realizar alguna acción o emprendimiento que responda a vuestro propósito evolutivo y para sanar ese personaje o avatar que os sirve como vehículo de experimentación de este juego que ese Ser eterno y trascendente que somos generó para conocer sus infinitas posibilidades de expresión.

Tendremos seis meses por delante para trabajar en aquello que este eclipse mueva en nosotros, confiemos que de aquí a allá hayamos podido encontrar la paz y la armonía interior, recoger la experiencia emocional adquirida a través de las relaciones y aprendido a ser un poco más justos y equilibrados y, por otra parte, un poco más decididos e independientes.


Nathacha Oura

Consultora de Astrología y Tarot, Astrocoach,  Taroterapeuta y Coach álmico


Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios